De vez en cuando el estómago “se antoja” de comer platos sencillos, sin grandes pretensiones culinarias pero ricos en sabor.
Estas tres recetas cumplen ese cometido. Son ideales si quieres dejar descansar el estómago de fuertes comilonas o largas temporadas consumiendo platos supercondimentados
Gazpacho contra el calor
Dicen que las salsas no pegan cuando hace mucho calor. La ventaja del gazpacho es, precisamente, que puede consumirlo frío.
En 100 recetas light: bajas en calorías,
Margaret Bread explica que aunque esta sopa popular española puede
comerse caliente, “es más sabrosa bien fría, tanto que algunos le añaden
hielo granizado en lugar de agua”.
¿Y sabe cómo prepararla?
Pues
necesita, según la receta de Brad, 1 pepino, 1/4 de pimiento verde, 3
tomates maduros, 1 diente de ajo, 1/2 cucharada de aceite de oliva, 1
cucharadita de vinagre, 1 rebanada de pan tostado, 1/2 cucharadita de
albahaca picada, agua, sal y pimienta.
Para prepararlo, procese todos
los ingredientes en la licuadora, bien salpimentados, con una taza de
agua. Refrigere hasta media hora antes de servir.
Medallones de salmón blanco con hierbas
¿Le preocupa ganar grasa? Este plato es de Jacques Lafond y fue publicado en Recetas 0% Colesterol.
Consigue
4 postas de salmón blanco, 8 cucharadas de jugo de limón, 2 cebollines,
2 dientes de ajo, un puñado de perejil y una taza de pan integral en
migas. Pica el ajo, el perejil y el cebollín y rocíalos con el jugo de
limón. Agrega las migas de pan integral. Empana las postas con esta
mezcla y cocínalas en una sartén antiadherente por ambos lados, hasta
que estén bien doradas.
Algo frito
Y la tercera opción, estos buñuelos de ricota siguiendo la receta de Eduardo Casalins en Croquetas y buñuelos: dulces y salados. Los
ingredientes son 500 gramos de ricota, 250 gramos de harina, 250 ml de
leche, dos huevos, 100 gramos de azúcar, 1 cucharadita de ralladura de
limón y aceite para freír.
La elaboración es sencilla: mezcla en un
recipiente la ricota con la harina, la leche, los huevos, la ralladura
de limón y el azúcar hasta integrar todo bien. Haz bolitas con la
preparación de ricota y fríelas hasta que estén doradas, dándoles vuelta
varias veces. Retira y escurre sobre papel absorbente. Sirve tibias o
frías, aconseja Casalins.
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