💘 La neurociencia ha demostrado que el amor romántico activa las mismas áreas cerebrales que una adicción, lo que explica por qué puede generar placer, dependencia y hasta síntomas de abstinencia.
🔬 Estudios publicados en The Journal of Neurophysiology y Frontiers in Psychology confirman que regiones como el núcleo accumbens y el sistema dopaminérgico —relacionadas con el placer y la recompensa— se encienden tanto al consumir sustancias como al sentir deseo o apego intenso por alguien.
⚡ La dopamina, conocida como la “hormona del placer”, provoca una sensación de bienestar que impulsa a las personas a buscar más de esa emoción, repitiendo el ciclo de atracción y satisfacción.
💔 Cuando una relación termina o la persona amada se aleja, el cerebro puede experimentar una especie de abstinencia emocional, con ansiedad, vacío y una fuerte necesidad de recuperar ese estímulo.
⚖️ Los especialistas advierten que la línea entre el amor y la dependencia emocional es delgada: el primero une y equilibra; el segundo controla y desgasta.
❤️🔥 Y ante esa realidad, surge la gran pregunta:
¿Buscamos amor verdadero… o solo alivio a la abstinencia?
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