SANTO DOMINGO NORTE. — Una familia dominicana vivió un momento de profunda emoción y fe luego de que fuera cancelada una cirugía programada para su hijo de tres años, Jonathan Isaac, al no encontrarse rastro alguno del tumor que había motivado la intervención.
Desde el mes de febrero, el menor había sido diagnosticado con neuroblastoma, un tipo de cáncer infantil agresivo. A partir de ese momento, Jonathan enfrentó un proceso largo y doloroso que incluyó sesiones de quimioterapia, convulsiones y 12 intervenciones quirúrgicas, ocho de ellas en la cabeza, donde fue necesario extirpar tumores y dejar una zona sin hueso.
Para este 15 de diciembre, estaba prevista una novena cirugía de alto riesgo, considerada urgente por el equipo médico. El procedimiento tenía como objetivo extirpar el denominado “tumor madre”, ubicado en el abdomen, el cual —según los estudios médicos previos— era responsable de generar otras masas en diferentes partes de su cuerpo.
Sin embargo, minutos antes de ingresar al quirófano, tras una nueva revisión de los exámenes médicos, los cirujanos y anestesiólogos del Hospital Infantil Dr. Hugo Mendoza, en Santo Domingo Norte, determinaron que no existía evidencia alguna de masa tumoral, por lo que la cirugía fue inmediatamente cancelada.
La madre del pequeño, visiblemente conmovida, expresó que durante todo el proceso su familia decidió guardar silencio y aferrarse a la fe, confiando plenamente en Dios. Hoy, con gratitud y gozo, comparten su testimonio, atribuyendo este inesperado desenlace a un milagro divino.
El caso ha generado reacciones de asombro, esperanza y fe entre quienes han conocido la historia, convirtiéndose en un mensaje de fortaleza para otras familias que atraviesan situaciones similares.
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